Ya queda menos de una semana para marchar a Dinamarca, el Domingo 21 voy para allá, ya tengo casa aunque por un problema no voy a tener buddy (un alumno que se encarga de asesorar y ayudar a los estudiantes extranjeros sobre las cosas que puedan surgir, como por ejemplo, comprar una bicicleta en una subasta en la cual se habla en danés).
Voy a vivir a 3 km de la universidad, en el mismo Lyngby, aunque dicen que las distancias que nos han dado son bastante inexactas. No se como será la casa, miedo me da, cuando hablé con la mujer lo segundo que hizo (después de darme las indicaciones para llegar a su casa en un inglés con fuerte acento danés que no logré entender del todo) fue pedirme que le llevara tabaco.
El verano ha sido movidito, he ido a Galicia unos días y otra semanita a la playa, a casa de un amigo, aunque la verdad es que la playa, lo que es la playa, la olimos poco, estuvimos haciendo turismo.
Lo de la maleta es una movida parda, no se pueden meter más de 20kg y con la rasca que hace en Copenhage hay que meter ropa de abrigo, resumiendo, 20kg de equipaje son un poco justos, pero creo que podré llevar casí todo, sino haré la del pulpo y lo que no pueda llevar se lo encasquetaré a unos amigos que van a ir a verme.
Hoy estuve en casa de mi primo, que da clases en Budapest, este año que comienza va a ser el último, luego se vendrá para España, lo cual quiere decir que me tengo que pegar un viaje a Hungría si o si.
Como no soy muy dado a escribir en el blog, imagino que la próxima entrada la realizaré desde las “cálidas” tierras danesas.
